MADRID, A 8 DE NOVIEMBRE DE 2022
SERGIO FARRAS. ADMINISTRADOR PRINCIPAL
Los agentes biológicos son relativamente fáciles de obtener para los terroristas, y se están convirtiendo en una mayor amenaza para los Estados Unidos y el mundo. Los laboratorios están trabajando en sistemas avanzados de detección para proveer alertas, identificar las áreas contaminadas y las poblaciones en riesgo, y así facilitar las amenazas. En las grandes ciudades también se están estableciendo métodos para predecir el uso de agentes biológicos. No obstante, tecnologías forenses están trabajando en la identificación de agentes biológicos, sus origines geográficos y su fuente inicial. Los esfuerzos incluyen tecnologías para descontaminar sin causar daños adicionales al medio ambiente.
El bioterrorismo consiste en la liberación intencionada de virus, bacterias, toxinas u otros patógenos con el fin de causar enfermedades a personas, animales o plantas, o de provocar su muerte.

Hablemos de la amenaza
Siria está en pleno conflicto hace varios años, los que incluyen una guerra civil, régimen violento y la presencia del Daesh (autodenominado ISIS). Este 2016 ya se han registrado ataques sobre diferentes ciudades utilizando gases tóxicos como cloro y gas mostaza, entre otros.
Estos ataques con armas químicas no son nuevos, hace al menos cuatro años se vienen registrando con miles de muertos y heridos y mientras el Gobierno culpa a los grupos rebeldes, investigaciones internacionales creen que se trata de autoatentados por parte del régimen sobre ciudades que no están bajo su control.
5. Peste bubónica en Kaffa año 1346
Seguro que escuchaste hablar de la epidemia de peste bubónica o peste negra que terminó con parte importante de la población de Europa, pero ¿sabías cómo se originó? Todo apunta a un ataque biológico.
En 1346 los habitantes de la ciudad de Kaffa, ubicada en la Península de Crimea y que se encontraba bajo dominio genovés, estaba sitiada por los mongoles, cuyas tropas presentaban casos de peste bubónica.
Los mongoles decidieron usar los cadáveres de sus soldados muertos por peste bubónica y los lanzaron con catapultas al interior de Kaffa, varios de sus habitantes se infectaron y murieron mientras que otros lograron huir pese a estar enfermos.
Al llegar a Génova, los enfermos trajeron consigo la peste negra a Europa dando origen a la epidemia que redujo la población de dicho continente a la mitad.
Como has podido ver, los ataques con armas químicas y biológicas no son nuevos y a pesar de que la mayoría de los países firmó el tratado de Génova en 1949 en que prometen terminar con su uso, estas siguen presentes en los arsenales de guerra, laboratorios y, más peligroso, en las manos de terroristas.
Vídeo y entrevista sobre armas químicas y bioterrorismo
El 16 de marzo de 1988 el régimen de Sadam Hussain en Irak lanzó una serie de bombas que contenían los peligrosos gases sarín y mostaza por sobre la ciudad de Halabja, cerca de la frontera con Iran.
El ataque sobre esta ciudad de 45 mil habitantes en su mayoría kurdos mató a más de 5 mil personas y entre los sobrevivientes 10 mil quedaron con graves efectos sobre el sistema nervioso, respiratorio y a medida que pasan los años aparecen efectos secundarios nuevos o los anteriores empeoran.
4. Ataques con armas químicas en Siria

Siria está en pleno conflicto hace varios años, los que incluyen una guerra civil, régimen violento y la presencia del Daesh (autodenominado ISIS). Este 2016 ya se han registrado ataques sobre diferentes ciudades utilizando gases tóxicos como cloro y gas mostaza, entre otros.
Estos ataques con armas químicas no son nuevos, hace al menos cuatro años se vienen registrando con miles de muertos y heridos y mientras el Gobierno culpa a los grupos rebeldes, investigaciones internacionales creen que se trata de autoatentados por parte del régimen sobre ciudades que no están bajo su control.
5. Peste bubónica en Kaffa año 1346
Seguro que escuchaste hablar de la epidemia de peste bubónica o peste negra que terminó con parte importante de la población de Europa, pero ¿sabías cómo se originó? Todo apunta a un ataque biológico.
En 1346 los habitantes de la ciudad de Kaffa, ubicada en la Península de Crimea y que se encontraba bajo dominio genovés, estaba sitiada por los mongoles, cuyas tropas presentaban casos de peste bubónica.
Los mongoles decidieron usar los cadáveres de sus soldados muertos por peste bubónica y los lanzaron con catapultas al interior de Kaffa, varios de sus habitantes se infectaron y murieron mientras que otros lograron huir pese a estar enfermos.
Al llegar a Génova, los enfermos trajeron consigo la peste negra a Europa dando origen a la epidemia que redujo la población de dicho continente a la mitad.
Como has podido ver, los ataques con armas químicas y biológicas no son nuevos y a pesar de que la mayoría de los países firmó el tratado de Génova en 1949 en que prometen terminar con su uso, estas siguen presentes en los arsenales de guerra, laboratorios y, más peligroso, en las manos de terroristas.
Vídeo y entrevista sobre armas químicas y bioterrorismo
Un ataque biológico que no fue grave, pero demuestra lo sencillo que es atacar a la población sin que nadie se dé cuenta. En 1984 se presentaron varios casos de Salmonela en el Estado de Oregón en Estados Unidos y no era casual, sino que se trató de un ataque terrorista que utilizó la bacteria.
Para ello cultivaron la bacteria de la Salmonela en laboratorios y luego rociaron de forma discreta agua contaminada sobre los bufetes de varios restaurantes. En total, 751 personas contrajeron salmonelosis, 45 de ellas de forma grave, requiriendo hospitalización.
3. Gas sarín y mostaza en Halabja, Irak.

El 16 de marzo de 1988 el régimen de Sadam Hussain en Irak lanzó una serie de bombas que contenían los peligrosos gases sarín y mostaza por sobre la ciudad de Halabja, cerca de la frontera con Iran.
El ataque sobre esta ciudad de 45 mil habitantes en su mayoría kurdos mató a más de 5 mil personas y entre los sobrevivientes 10 mil quedaron con graves efectos sobre el sistema nervioso, respiratorio y a medida que pasan los años aparecen efectos secundarios nuevos o los anteriores empeoran.
4. Ataques con armas químicas en Siria

Siria está en pleno conflicto hace varios años, los que incluyen una guerra civil, régimen violento y la presencia del Daesh (autodenominado ISIS). Este 2016 ya se han registrado ataques sobre diferentes ciudades utilizando gases tóxicos como cloro y gas mostaza, entre otros.
Estos ataques con armas químicas no son nuevos, hace al menos cuatro años se vienen registrando con miles de muertos y heridos y mientras el Gobierno culpa a los grupos rebeldes, investigaciones internacionales creen que se trata de autoatentados por parte del régimen sobre ciudades que no están bajo su control.
5. Peste bubónica en Kaffa año 1346
Seguro que escuchaste hablar de la epidemia de peste bubónica o peste negra que terminó con parte importante de la población de Europa, pero ¿sabías cómo se originó? Todo apunta a un ataque biológico.
En 1346 los habitantes de la ciudad de Kaffa, ubicada en la Península de Crimea y que se encontraba bajo dominio genovés, estaba sitiada por los mongoles, cuyas tropas presentaban casos de peste bubónica.
Los mongoles decidieron usar los cadáveres de sus soldados muertos por peste bubónica y los lanzaron con catapultas al interior de Kaffa, varios de sus habitantes se infectaron y murieron mientras que otros lograron huir pese a estar enfermos.
Al llegar a Génova, los enfermos trajeron consigo la peste negra a Europa dando origen a la epidemia que redujo la población de dicho continente a la mitad.
Como has podido ver, los ataques con armas químicas y biológicas no son nuevos y a pesar de que la mayoría de los países firmó el tratado de Génova en 1949 en que prometen terminar con su uso, estas siguen presentes en los arsenales de guerra, laboratorios y, más peligroso, en las manos de terroristas.
Vídeo y entrevista sobre armas químicas y bioterrorismo
El 20 de marzo de 1995 la secta Aum Shinrikyo ejecutó en las diferentes líneas de metro de Tokio un ataque con gas sarín que desató el caos matando a 13 personas y dejando graves secuelas en otras 50.
Más de seis mil personas que se hallaban en el lugar presentaron problemas de visión, los que continúan hasta hoy. Los atacantes utilizaron el sarín en forma líquida y lo lanzaron dentro de bolsas cubriéndose con paraguas. Más de 200 personas relacionadas con el atentado fueron enjuiciadas y 13 de ellas condenadas a muerte.
2. Salmonela en restaurantes de Estados Unidos

Un ataque biológico que no fue grave, pero demuestra lo sencillo que es atacar a la población sin que nadie se dé cuenta. En 1984 se presentaron varios casos de Salmonela en el Estado de Oregón en Estados Unidos y no era casual, sino que se trató de un ataque terrorista que utilizó la bacteria.
Para ello cultivaron la bacteria de la Salmonela en laboratorios y luego rociaron de forma discreta agua contaminada sobre los bufetes de varios restaurantes. En total, 751 personas contrajeron salmonelosis, 45 de ellas de forma grave, requiriendo hospitalización.
3. Gas sarín y mostaza en Halabja, Irak.

El 16 de marzo de 1988 el régimen de Sadam Hussain en Irak lanzó una serie de bombas que contenían los peligrosos gases sarín y mostaza por sobre la ciudad de Halabja, cerca de la frontera con Iran.
El ataque sobre esta ciudad de 45 mil habitantes en su mayoría kurdos mató a más de 5 mil personas y entre los sobrevivientes 10 mil quedaron con graves efectos sobre el sistema nervioso, respiratorio y a medida que pasan los años aparecen efectos secundarios nuevos o los anteriores empeoran.
4. Ataques con armas químicas en Siria

Siria está en pleno conflicto hace varios años, los que incluyen una guerra civil, régimen violento y la presencia del Daesh (autodenominado ISIS). Este 2016 ya se han registrado ataques sobre diferentes ciudades utilizando gases tóxicos como cloro y gas mostaza, entre otros.
Estos ataques con armas químicas no son nuevos, hace al menos cuatro años se vienen registrando con miles de muertos y heridos y mientras el Gobierno culpa a los grupos rebeldes, investigaciones internacionales creen que se trata de autoatentados por parte del régimen sobre ciudades que no están bajo su control.
5. Peste bubónica en Kaffa año 1346
Seguro que escuchaste hablar de la epidemia de peste bubónica o peste negra que terminó con parte importante de la población de Europa, pero ¿sabías cómo se originó? Todo apunta a un ataque biológico.
En 1346 los habitantes de la ciudad de Kaffa, ubicada en la Península de Crimea y que se encontraba bajo dominio genovés, estaba sitiada por los mongoles, cuyas tropas presentaban casos de peste bubónica.
Los mongoles decidieron usar los cadáveres de sus soldados muertos por peste bubónica y los lanzaron con catapultas al interior de Kaffa, varios de sus habitantes se infectaron y murieron mientras que otros lograron huir pese a estar enfermos.
Al llegar a Génova, los enfermos trajeron consigo la peste negra a Europa dando origen a la epidemia que redujo la población de dicho continente a la mitad.
Como has podido ver, los ataques con armas químicas y biológicas no son nuevos y a pesar de que la mayoría de los países firmó el tratado de Génova en 1949 en que prometen terminar con su uso, estas siguen presentes en los arsenales de guerra, laboratorios y, más peligroso, en las manos de terroristas.
Vídeo y entrevista sobre armas químicas y bioterrorismo
La historia está llena de ataques con este tipo de agentes y hoy queremos contarte acerca de 5 casos en que se utilizaron armas químicas y biológicas, ya sea durante guerras o en ataques terroristas.
1. Gas sarín en el metro de Tokio

El 20 de marzo de 1995 la secta Aum Shinrikyo ejecutó en las diferentes líneas de metro de Tokio un ataque con gas sarín que desató el caos matando a 13 personas y dejando graves secuelas en otras 50.
Más de seis mil personas que se hallaban en el lugar presentaron problemas de visión, los que continúan hasta hoy. Los atacantes utilizaron el sarín en forma líquida y lo lanzaron dentro de bolsas cubriéndose con paraguas. Más de 200 personas relacionadas con el atentado fueron enjuiciadas y 13 de ellas condenadas a muerte.
2. Salmonela en restaurantes de Estados Unidos

Un ataque biológico que no fue grave, pero demuestra lo sencillo que es atacar a la población sin que nadie se dé cuenta. En 1984 se presentaron varios casos de Salmonela en el Estado de Oregón en Estados Unidos y no era casual, sino que se trató de un ataque terrorista que utilizó la bacteria.
Para ello cultivaron la bacteria de la Salmonela en laboratorios y luego rociaron de forma discreta agua contaminada sobre los bufetes de varios restaurantes. En total, 751 personas contrajeron salmonelosis, 45 de ellas de forma grave, requiriendo hospitalización.
3. Gas sarín y mostaza en Halabja, Irak.

El 16 de marzo de 1988 el régimen de Sadam Hussain en Irak lanzó una serie de bombas que contenían los peligrosos gases sarín y mostaza por sobre la ciudad de Halabja, cerca de la frontera con Iran.
El ataque sobre esta ciudad de 45 mil habitantes en su mayoría kurdos mató a más de 5 mil personas y entre los sobrevivientes 10 mil quedaron con graves efectos sobre el sistema nervioso, respiratorio y a medida que pasan los años aparecen efectos secundarios nuevos o los anteriores empeoran.
4. Ataques con armas químicas en Siria

Siria está en pleno conflicto hace varios años, los que incluyen una guerra civil, régimen violento y la presencia del Daesh (autodenominado ISIS). Este 2016 ya se han registrado ataques sobre diferentes ciudades utilizando gases tóxicos como cloro y gas mostaza, entre otros.
Estos ataques con armas químicas no son nuevos, hace al menos cuatro años se vienen registrando con miles de muertos y heridos y mientras el Gobierno culpa a los grupos rebeldes, investigaciones internacionales creen que se trata de autoatentados por parte del régimen sobre ciudades que no están bajo su control.
5. Peste bubónica en Kaffa año 1346
Seguro que escuchaste hablar de la epidemia de peste bubónica o peste negra que terminó con parte importante de la población de Europa, pero ¿sabías cómo se originó? Todo apunta a un ataque biológico.
En 1346 los habitantes de la ciudad de Kaffa, ubicada en la Península de Crimea y que se encontraba bajo dominio genovés, estaba sitiada por los mongoles, cuyas tropas presentaban casos de peste bubónica.
Los mongoles decidieron usar los cadáveres de sus soldados muertos por peste bubónica y los lanzaron con catapultas al interior de Kaffa, varios de sus habitantes se infectaron y murieron mientras que otros lograron huir pese a estar enfermos.
Al llegar a Génova, los enfermos trajeron consigo la peste negra a Europa dando origen a la epidemia que redujo la población de dicho continente a la mitad.
Como has podido ver, los ataques con armas químicas y biológicas no son nuevos y a pesar de que la mayoría de los países firmó el tratado de Génova en 1949 en que prometen terminar con su uso, estas siguen presentes en los arsenales de guerra, laboratorios y, más peligroso, en las manos de terroristas.
Vídeo y entrevista sobre armas químicas y bioterrorismo
En la guerra no solo se utilizan armas de fuego para destruir, sino que también otras quizá aún más dañinas, perversas y que existen hace miles de años. Nos referimos a las armas químicas y biológicas.
La historia está llena de ataques con este tipo de agentes y hoy queremos contarte acerca de 5 casos en que se utilizaron armas químicas y biológicas, ya sea durante guerras o en ataques terroristas.
1. Gas sarín en el metro de Tokio

El 20 de marzo de 1995 la secta Aum Shinrikyo ejecutó en las diferentes líneas de metro de Tokio un ataque con gas sarín que desató el caos matando a 13 personas y dejando graves secuelas en otras 50.
Más de seis mil personas que se hallaban en el lugar presentaron problemas de visión, los que continúan hasta hoy. Los atacantes utilizaron el sarín en forma líquida y lo lanzaron dentro de bolsas cubriéndose con paraguas. Más de 200 personas relacionadas con el atentado fueron enjuiciadas y 13 de ellas condenadas a muerte.
2. Salmonela en restaurantes de Estados Unidos

Un ataque biológico que no fue grave, pero demuestra lo sencillo que es atacar a la población sin que nadie se dé cuenta. En 1984 se presentaron varios casos de Salmonela en el Estado de Oregón en Estados Unidos y no era casual, sino que se trató de un ataque terrorista que utilizó la bacteria.
Para ello cultivaron la bacteria de la Salmonela en laboratorios y luego rociaron de forma discreta agua contaminada sobre los bufetes de varios restaurantes. En total, 751 personas contrajeron salmonelosis, 45 de ellas de forma grave, requiriendo hospitalización.
3. Gas sarín y mostaza en Halabja, Irak.

El 16 de marzo de 1988 el régimen de Sadam Hussain en Irak lanzó una serie de bombas que contenían los peligrosos gases sarín y mostaza por sobre la ciudad de Halabja, cerca de la frontera con Iran.
El ataque sobre esta ciudad de 45 mil habitantes en su mayoría kurdos mató a más de 5 mil personas y entre los sobrevivientes 10 mil quedaron con graves efectos sobre el sistema nervioso, respiratorio y a medida que pasan los años aparecen efectos secundarios nuevos o los anteriores empeoran.
4. Ataques con armas químicas en Siria

Siria está en pleno conflicto hace varios años, los que incluyen una guerra civil, régimen violento y la presencia del Daesh (autodenominado ISIS). Este 2016 ya se han registrado ataques sobre diferentes ciudades utilizando gases tóxicos como cloro y gas mostaza, entre otros.
Estos ataques con armas químicas no son nuevos, hace al menos cuatro años se vienen registrando con miles de muertos y heridos y mientras el Gobierno culpa a los grupos rebeldes, investigaciones internacionales creen que se trata de autoatentados por parte del régimen sobre ciudades que no están bajo su control.
5. Peste bubónica en Kaffa año 1346
Seguro que escuchaste hablar de la epidemia de peste bubónica o peste negra que terminó con parte importante de la población de Europa, pero ¿sabías cómo se originó? Todo apunta a un ataque biológico.
En 1346 los habitantes de la ciudad de Kaffa, ubicada en la Península de Crimea y que se encontraba bajo dominio genovés, estaba sitiada por los mongoles, cuyas tropas presentaban casos de peste bubónica.
Los mongoles decidieron usar los cadáveres de sus soldados muertos por peste bubónica y los lanzaron con catapultas al interior de Kaffa, varios de sus habitantes se infectaron y murieron mientras que otros lograron huir pese a estar enfermos.
Al llegar a Génova, los enfermos trajeron consigo la peste negra a Europa dando origen a la epidemia que redujo la población de dicho continente a la mitad.
Como has podido ver, los ataques con armas químicas y biológicas no son nuevos y a pesar de que la mayoría de los países firmó el tratado de Génova en 1949 en que prometen terminar con su uso, estas siguen presentes en los arsenales de guerra, laboratorios y, más peligroso, en las manos de terroristas.
Vídeo y entrevista sobre armas químicas y bioterrorismo
Mientras que un agente biológico o tóxico se propaga de manera inesperada, la respuesta a un acontecimiento biológico, ya sea natural, accidental o deliberado, depende de la coordinación de distintos sectores. Con lo cual es esencial disponer de unas estrategias estructuradas de prevención, preparación y respuesta.
La Unidad de INTERPOL de Prevención del Bioterrorismo ayuda a las fuerzas del orden con las labores de prevención del uso deliberado de bacterias, virus o toxinas biológicas que amenacen o perjudiquen a personas, animales o plantas, de preparación para tal uso y de respuesta.
Cooperan a escala internacional y regional, pero también trabajan con organismos encargados de la aplicación de la ley, el sector sanitario, el mundo académico y el sector privado de cada país, a fin de luchar contra esta temible modalidad de delito. Asimismo, participan en una serie de proyectos y actividades concebidos para reducir la amenaza de atentados bioterroristas y establecer unas medidas efectivas para contrarrestarlos dentro de una estrategia de seguridad mundial.
Además de estas tres actividades, la Unidad de INTERPOL de Prevención del Bioterrorismo prepara y participa en la elaboración de distintos documentos, tales como guías, vídeos formativos y procedimientos operativos normalizados.
Por ejemplo: Manual operativo de INTERPOL para la investigación del terrorismo biológico y químico en la red oscura

Un equipo integrado por expertos en amenazas QBRNE y en el ciberespacio ha elaborado un manual operativo de INTERPOL para la investigación del terrorismo biológico y químico en la red oscura, destinado a ayudar a los funcionarios de las fuerzas del orden a detectar los desencadenantes e indicadores de posibles actividades delictivas relacionadas con el empleo de la red oscura para acceder a materiales biológicos y químicos y comerciar con ellos.
Se pretende que este manual sea una referencia para los funcionarios que trabajan en el ámbito de la inteligencia, las investigaciones antiterroristas y la ciberdelincuencia. En él están recogidos los conceptos básicos, las buenas prácticas internacionales, y las técnicas y procedimientos que pueden resultar de utilidad para los investigadores y analistas que estén llevando a cabo investigaciones de la red oscura relacionadas con la compra de agentes biológicos y químicos.
El manual se ha elaborado para uso exclusivo de los organismos encargados de la aplicación de la ley. Los funcionarios encargados de la aplicación de la ley que deseen obtener un ejemplar de este documento deberán ponerse en contacto con la Oficina Central Nacional de su país para más información.
Las Armas biológicas son una amenaza latente
Buscando nuevas formas de destrucción el ser humano ha llegado a militarizar virus, bacterias y hongos de la naturaleza para convertirlos en armas biológicas. Usar una arma biológica es un acto de guerra. La guerra biológica es una gran amenaza y el reglamento internacional es bastante claro sobre armas biológicas, están prohibidas en 1972, los líderes mundiales de más de 180 países habían establecido la Convención sobre las armas biológicas que prohibía el desarrollo, la producción y el almacenamiento de toda una categoría de armas de destrucción en masa.
Formas de dispersión
La mayoría de los agentes biológicos son difíciles de cultivar y mantener. Muchos se descomponen rápidamente cuando están expuestos a la luz solar y otros factores del medio ambiente, mientras que otros, tales como las esporas de Bacillus anthracis, tienen una vida larga. Pueden dispersarse rociándolos en el aire o infectando a los animales que transmiten la enfermedad a los humanos a través de la contaminación de los alimentos y el agua. La dispersión de este tipo de armas es también compleja, dada la fragilidad de los entes vivos que la componen, y suele realizarse de las siguientes formas: Tularemia, ántrax, botulismo, virus variola…, repasamos estas armas diseñadas para tener efectos devastadores. Un arma biológica es cualquier tipo de agente infeccioso, como un virus, una bacteria o una toxina que se usa de forma intencionada para infligir daños corporales a personas, animales o la propia naturaleza.
¿Qué son las armas biológicas?
La Federación de Científicos Estadounidenses (FAS) define las armas biológicas como toxinas y microorganismos, como virus y bacterias, capaces de producir enfermedades entre las personas, los animales y la agricultura.
El uso de las armas biológicas se remonta al año 1500 a.C., cuando los hititas del Asia Menor enviaron víctimas de una plaga al territorio enemigo para enfermarlos y ganar la guerra. Incluso algunos historiadores sostienen que las 10 plagas bíblicas que Moisés llamó sobre los egipcios fueron parte de una guerra biológica.
En 1346, para invadir la ciudad de Kaffa, el ejército tártaro catapultó los cadáveres de las víctimas de la peste dentro de la ciudad para infectar a los ciudadanos. A principios del siglo XX, los alemanes y japoneses usaron al ántrax como un arma biológica.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, fueron los Estados Unidos y el Reino Unido quienes desarrollaron programas de armas biológicas. La amenaza de una guerra biológica hizo que la Organización de Naciones Unidas (ONU) prohibiera el empleo en la guerra de armas biológicas y químicas a través del Protocolo de Ginebra de 1925.
Dicho protocolo se redactó y firmó en la conferencia para la supervisión del comercio internacional de armas y munición. Sin embargo, el primer tratado de desarme multilateral se firmó en 1972 en la Convención sobre armas biológicas de la ONU.
Dicho tratado prohíbe el desarrollo, producción y almacenamiento de armas biológicas.
Sin embargo, la ausencia de regímenes formales de verificación para controlar su cumplimiento limitó su efectividad. Por ejemplo, la Unión Soviética continuó con el desarrollo de este tipo de armamento hasta su interrupción en 1992.
Históricos ataques con armas químicas o biológicas que sacudieron al mundo.
En la guerra no solo se utilizan armas de fuego para destruir, sino que también otras quizá aún más dañinas, perversas y que existen hace miles de años. Nos referimos a las armas químicas y biológicas.
La historia está llena de ataques con este tipo de agentes y hoy queremos contarte acerca de 5 casos en que se utilizaron armas químicas y biológicas, ya sea durante guerras o en ataques terroristas.
1. Gas sarín en el metro de Tokio

El 20 de marzo de 1995 la secta Aum Shinrikyo ejecutó en las diferentes líneas de metro de Tokio un ataque con gas sarín que desató el caos matando a 13 personas y dejando graves secuelas en otras 50.
Más de seis mil personas que se hallaban en el lugar presentaron problemas de visión, los que continúan hasta hoy. Los atacantes utilizaron el sarín en forma líquida y lo lanzaron dentro de bolsas cubriéndose con paraguas. Más de 200 personas relacionadas con el atentado fueron enjuiciadas y 13 de ellas condenadas a muerte.
2. Salmonela en restaurantes de Estados Unidos

Un ataque biológico que no fue grave, pero demuestra lo sencillo que es atacar a la población sin que nadie se dé cuenta. En 1984 se presentaron varios casos de Salmonela en el Estado de Oregón en Estados Unidos y no era casual, sino que se trató de un ataque terrorista que utilizó la bacteria.
Para ello cultivaron la bacteria de la Salmonela en laboratorios y luego rociaron de forma discreta agua contaminada sobre los bufetes de varios restaurantes. En total, 751 personas contrajeron salmonelosis, 45 de ellas de forma grave, requiriendo hospitalización.
3. Gas sarín y mostaza en Halabja, Irak.

El 16 de marzo de 1988 el régimen de Sadam Hussain en Irak lanzó una serie de bombas que contenían los peligrosos gases sarín y mostaza por sobre la ciudad de Halabja, cerca de la frontera con Iran.
El ataque sobre esta ciudad de 45 mil habitantes en su mayoría kurdos mató a más de 5 mil personas y entre los sobrevivientes 10 mil quedaron con graves efectos sobre el sistema nervioso, respiratorio y a medida que pasan los años aparecen efectos secundarios nuevos o los anteriores empeoran.
4. Ataques con armas químicas en Siria

Siria está en pleno conflicto hace varios años, los que incluyen una guerra civil, régimen violento y la presencia del Daesh (autodenominado ISIS). Este 2016 ya se han registrado ataques sobre diferentes ciudades utilizando gases tóxicos como cloro y gas mostaza, entre otros.
Estos ataques con armas químicas no son nuevos, hace al menos cuatro años se vienen registrando con miles de muertos y heridos y mientras el Gobierno culpa a los grupos rebeldes, investigaciones internacionales creen que se trata de autoatentados por parte del régimen sobre ciudades que no están bajo su control.
5. Peste bubónica en Kaffa año 1346
Seguro que escuchaste hablar de la epidemia de peste bubónica o peste negra que terminó con parte importante de la población de Europa, pero ¿sabías cómo se originó? Todo apunta a un ataque biológico.
En 1346 los habitantes de la ciudad de Kaffa, ubicada en la Península de Crimea y que se encontraba bajo dominio genovés, estaba sitiada por los mongoles, cuyas tropas presentaban casos de peste bubónica.
Los mongoles decidieron usar los cadáveres de sus soldados muertos por peste bubónica y los lanzaron con catapultas al interior de Kaffa, varios de sus habitantes se infectaron y murieron mientras que otros lograron huir pese a estar enfermos.
Al llegar a Génova, los enfermos trajeron consigo la peste negra a Europa dando origen a la epidemia que redujo la población de dicho continente a la mitad.
Como has podido ver, los ataques con armas químicas y biológicas no son nuevos y a pesar de que la mayoría de los países firmó el tratado de Génova en 1949 en que prometen terminar con su uso, estas siguen presentes en los arsenales de guerra, laboratorios y, más peligroso, en las manos de terroristas.
Vídeo y entrevista sobre armas químicas y bioterrorismo
El bioterrorismo es una amenaza real. La información de la que se dispone actualmente revela que tanto las personas como los grupos terroristas y los delincuentes tienen la capacidad y el ánimo de usar agentes biológicos para provocar daño a la sociedad.
Asimismo, cada vez hay más datos y conocimientos disponibles en Internet, y los delincuentes recurren a canales de comunicación ocultos y anónimos, como la web oscura, para comprar, vender e intercambiar información y para comunicarse entre ellos.
El daño causado por un suceso de este tipo puede alcanzar magnitudes insospechadas, al provocar un gran número de contagios y de muertes, y sembrar el miedo y el pánico a escala mundial.
“El término ‘bioterrorismo’ hace referencia a la diseminación intencionada de agentes biológicos o toxinas para hacer daño y causar la muerte a civiles, animales o plantas con la intención de intimidar o coaccionar a un gobierno o a la población civil en favor de objetivos políticos o sociales”. Guía de INTERPOL de Preparación y Respuesta a Crisis Relacionadas con el Bioterrorismo.
Prevenir, preparar, responder.
Mientras que un agente biológico o tóxico se propaga de manera inesperada, la respuesta a un acontecimiento biológico, ya sea natural, accidental o deliberado, depende de la coordinación de distintos sectores. Con lo cual es esencial disponer de unas estrategias estructuradas de prevención, preparación y respuesta.
La Unidad de INTERPOL de Prevención del Bioterrorismo ayuda a las fuerzas del orden con las labores de prevención del uso deliberado de bacterias, virus o toxinas biológicas que amenacen o perjudiquen a personas, animales o plantas, de preparación para tal uso y de respuesta.
Cooperan a escala internacional y regional, pero también trabajan con organismos encargados de la aplicación de la ley, el sector sanitario, el mundo académico y el sector privado de cada país, a fin de luchar contra esta temible modalidad de delito. Asimismo, participan en una serie de proyectos y actividades concebidos para reducir la amenaza de atentados bioterroristas y establecer unas medidas efectivas para contrarrestarlos dentro de una estrategia de seguridad mundial.
Además de estas tres actividades, la Unidad de INTERPOL de Prevención del Bioterrorismo prepara y participa en la elaboración de distintos documentos, tales como guías, vídeos formativos y procedimientos operativos normalizados.
Por ejemplo: Manual operativo de INTERPOL para la investigación del terrorismo biológico y químico en la red oscura

Un equipo integrado por expertos en amenazas QBRNE y en el ciberespacio ha elaborado un manual operativo de INTERPOL para la investigación del terrorismo biológico y químico en la red oscura, destinado a ayudar a los funcionarios de las fuerzas del orden a detectar los desencadenantes e indicadores de posibles actividades delictivas relacionadas con el empleo de la red oscura para acceder a materiales biológicos y químicos y comerciar con ellos.
Se pretende que este manual sea una referencia para los funcionarios que trabajan en el ámbito de la inteligencia, las investigaciones antiterroristas y la ciberdelincuencia. En él están recogidos los conceptos básicos, las buenas prácticas internacionales, y las técnicas y procedimientos que pueden resultar de utilidad para los investigadores y analistas que estén llevando a cabo investigaciones de la red oscura relacionadas con la compra de agentes biológicos y químicos.
El manual se ha elaborado para uso exclusivo de los organismos encargados de la aplicación de la ley. Los funcionarios encargados de la aplicación de la ley que deseen obtener un ejemplar de este documento deberán ponerse en contacto con la Oficina Central Nacional de su país para más información.
Las Armas biológicas son una amenaza latente
Buscando nuevas formas de destrucción el ser humano ha llegado a militarizar virus, bacterias y hongos de la naturaleza para convertirlos en armas biológicas. Usar una arma biológica es un acto de guerra. La guerra biológica es una gran amenaza y el reglamento internacional es bastante claro sobre armas biológicas, están prohibidas en 1972, los líderes mundiales de más de 180 países habían establecido la Convención sobre las armas biológicas que prohibía el desarrollo, la producción y el almacenamiento de toda una categoría de armas de destrucción en masa.
Formas de dispersión
La mayoría de los agentes biológicos son difíciles de cultivar y mantener. Muchos se descomponen rápidamente cuando están expuestos a la luz solar y otros factores del medio ambiente, mientras que otros, tales como las esporas de Bacillus anthracis, tienen una vida larga. Pueden dispersarse rociándolos en el aire o infectando a los animales que transmiten la enfermedad a los humanos a través de la contaminación de los alimentos y el agua. La dispersión de este tipo de armas es también compleja, dada la fragilidad de los entes vivos que la componen, y suele realizarse de las siguientes formas: Tularemia, ántrax, botulismo, virus variola…, repasamos estas armas diseñadas para tener efectos devastadores. Un arma biológica es cualquier tipo de agente infeccioso, como un virus, una bacteria o una toxina que se usa de forma intencionada para infligir daños corporales a personas, animales o la propia naturaleza.
¿Qué son las armas biológicas?
La Federación de Científicos Estadounidenses (FAS) define las armas biológicas como toxinas y microorganismos, como virus y bacterias, capaces de producir enfermedades entre las personas, los animales y la agricultura.
El uso de las armas biológicas se remonta al año 1500 a.C., cuando los hititas del Asia Menor enviaron víctimas de una plaga al territorio enemigo para enfermarlos y ganar la guerra. Incluso algunos historiadores sostienen que las 10 plagas bíblicas que Moisés llamó sobre los egipcios fueron parte de una guerra biológica.
En 1346, para invadir la ciudad de Kaffa, el ejército tártaro catapultó los cadáveres de las víctimas de la peste dentro de la ciudad para infectar a los ciudadanos. A principios del siglo XX, los alemanes y japoneses usaron al ántrax como un arma biológica.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, fueron los Estados Unidos y el Reino Unido quienes desarrollaron programas de armas biológicas. La amenaza de una guerra biológica hizo que la Organización de Naciones Unidas (ONU) prohibiera el empleo en la guerra de armas biológicas y químicas a través del Protocolo de Ginebra de 1925.
Dicho protocolo se redactó y firmó en la conferencia para la supervisión del comercio internacional de armas y munición. Sin embargo, el primer tratado de desarme multilateral se firmó en 1972 en la Convención sobre armas biológicas de la ONU.
Dicho tratado prohíbe el desarrollo, producción y almacenamiento de armas biológicas.
Sin embargo, la ausencia de regímenes formales de verificación para controlar su cumplimiento limitó su efectividad. Por ejemplo, la Unión Soviética continuó con el desarrollo de este tipo de armamento hasta su interrupción en 1992.
Históricos ataques con armas químicas o biológicas que sacudieron al mundo.
En la guerra no solo se utilizan armas de fuego para destruir, sino que también otras quizá aún más dañinas, perversas y que existen hace miles de años. Nos referimos a las armas químicas y biológicas.
La historia está llena de ataques con este tipo de agentes y hoy queremos contarte acerca de 5 casos en que se utilizaron armas químicas y biológicas, ya sea durante guerras o en ataques terroristas.
1. Gas sarín en el metro de Tokio

El 20 de marzo de 1995 la secta Aum Shinrikyo ejecutó en las diferentes líneas de metro de Tokio un ataque con gas sarín que desató el caos matando a 13 personas y dejando graves secuelas en otras 50.
Más de seis mil personas que se hallaban en el lugar presentaron problemas de visión, los que continúan hasta hoy. Los atacantes utilizaron el sarín en forma líquida y lo lanzaron dentro de bolsas cubriéndose con paraguas. Más de 200 personas relacionadas con el atentado fueron enjuiciadas y 13 de ellas condenadas a muerte.
2. Salmonela en restaurantes de Estados Unidos

Un ataque biológico que no fue grave, pero demuestra lo sencillo que es atacar a la población sin que nadie se dé cuenta. En 1984 se presentaron varios casos de Salmonela en el Estado de Oregón en Estados Unidos y no era casual, sino que se trató de un ataque terrorista que utilizó la bacteria.
Para ello cultivaron la bacteria de la Salmonela en laboratorios y luego rociaron de forma discreta agua contaminada sobre los bufetes de varios restaurantes. En total, 751 personas contrajeron salmonelosis, 45 de ellas de forma grave, requiriendo hospitalización.
3. Gas sarín y mostaza en Halabja, Irak.

El 16 de marzo de 1988 el régimen de Sadam Hussain en Irak lanzó una serie de bombas que contenían los peligrosos gases sarín y mostaza por sobre la ciudad de Halabja, cerca de la frontera con Iran.
El ataque sobre esta ciudad de 45 mil habitantes en su mayoría kurdos mató a más de 5 mil personas y entre los sobrevivientes 10 mil quedaron con graves efectos sobre el sistema nervioso, respiratorio y a medida que pasan los años aparecen efectos secundarios nuevos o los anteriores empeoran.
4. Ataques con armas químicas en Siria

Siria está en pleno conflicto hace varios años, los que incluyen una guerra civil, régimen violento y la presencia del Daesh (autodenominado ISIS). Este 2016 ya se han registrado ataques sobre diferentes ciudades utilizando gases tóxicos como cloro y gas mostaza, entre otros.
Estos ataques con armas químicas no son nuevos, hace al menos cuatro años se vienen registrando con miles de muertos y heridos y mientras el Gobierno culpa a los grupos rebeldes, investigaciones internacionales creen que se trata de autoatentados por parte del régimen sobre ciudades que no están bajo su control.
5. Peste bubónica en Kaffa año 1346
Seguro que escuchaste hablar de la epidemia de peste bubónica o peste negra que terminó con parte importante de la población de Europa, pero ¿sabías cómo se originó? Todo apunta a un ataque biológico.
En 1346 los habitantes de la ciudad de Kaffa, ubicada en la Península de Crimea y que se encontraba bajo dominio genovés, estaba sitiada por los mongoles, cuyas tropas presentaban casos de peste bubónica.
Los mongoles decidieron usar los cadáveres de sus soldados muertos por peste bubónica y los lanzaron con catapultas al interior de Kaffa, varios de sus habitantes se infectaron y murieron mientras que otros lograron huir pese a estar enfermos.
Al llegar a Génova, los enfermos trajeron consigo la peste negra a Europa dando origen a la epidemia que redujo la población de dicho continente a la mitad.
Como has podido ver, los ataques con armas químicas y biológicas no son nuevos y a pesar de que la mayoría de los países firmó el tratado de Génova en 1949 en que prometen terminar con su uso, estas siguen presentes en los arsenales de guerra, laboratorios y, más peligroso, en las manos de terroristas.
Vídeo y entrevista sobre armas químicas y bioterrorismo

Un comentario en «¿QUÉ ES EL BIOTERRORISMO?»
Se trata de un artículo excelente, muy completo y documentado. Sobre bioterrorismo existen antecedentes históricos como el de Kaffa (1346) y otros. Pero probablemente, de una u otra manera -y llevado por el ingenio humano, no siempre constructivo- se podrán encontrar antecedentes desde épocas primitivas.
En tiempos actuales se ha especulado con que la Covid-19 podría haber tenido un origen e intencionalidad bioterrorista.
Uno de los problemas básicos del bioterrorismo, hasta ahora, es su escasa capacidad operativa, ya que resultaría muy difícil de manejar con precisión por parte de los grupos terroristas que intenten esta vía, e incluso se podría fácilmente volver en contra de ellos mismos, siendo los primeros afectados.