HACIA UNA CULTURA DE LOS SERVICIOS DE INTELIGENCIA

¿QUÉ ES EL ESPIONAJE?

Puede decirse que el espionaje es una actividad que se desarrolla de manera oculta y que apunta a conseguir información de una empresa o un país. Dichos datos no son públicos, con lo cual el espionaje permite acceder a contenidos clasificados, confidenciales o privados.
El espionaje contempla múltiples acciones para obtener la información de forma encubierta. Existen distintos recursos, técnicas y métodos que se ponen en práctica con el objetivo de superar las barreras que protegen o esconden los datos.
La palabra espionaje tiene un origen francés. Procede de “espionnage” y hace alusión a una actividad exclusivamente humana, ya que requiere de planificación racional, que consiste en intentar obtener datos secretos para provecho propio o de terceros. Para lograr esa información confidencial se usan muchas técnicas, especialmente la de infiltrar personas o aparatos grabadores con el fin de que espíen o lograr que los propios participantes de la actividad secreta revelen datos. En muchas ocasiones se utilizan como medios para este fin, el soborno y el chantaje. El término espía procede del germánico “späen” y significa “ver a los lejos”.

¿QUÉ ES INTELIGENCIA?

La confusión en el tema de la inteligencia ha sido tanta, que encontramos la palabra inteligencia acompañada de otras palabras (inteligencia estratégica, táctica, de señales, de frecuencias, militar, etc.) que pareciera que existieran varias clases de inteligencia, cuando en sí, la inteligencia es una sola. Tal y como lo conocemos hoy.
Cuatro son los subprocesos de la inteligencia, la planeación, la búsqueda, la evaluación – análisis y la difusión de la información. Cada subproceso requiere de unos medios específicos para alcanzar su fin. En este manual se detallará cada uno de estos subprocesos y los pasos o medios que se utilizan para reclutar fututos agentes de inteligencia. Temas como el de las fuentes humanas o informantes, las vigilancias, seguimientos, geopolítica, perfil del agente secreto y otros conceptos y definiciones que serán abordados con rigor en este manual, como mucho de aspirante a agente de inteligencia.

¿PARA QUÉ SIRVE UN SERVICIO DE INTELIGENCIA?

Un servicio de inteligencia tiene como objetivo el producir conocimiento útil para el proceso de toma de decisiones de las más altas autoridades de un Estado, así como proteger las capacidades nacionales y evitar acciones de inteligencia de figuras que representen amenazas a la seguridad de un país. Es una realidad que todos los Estados del mundo cuentan con servicios de inteligencia. La expresión “servicios de inteligencia” ha cobrado relevancia en los Estados constitucionales, en detrimento de la tradicional “servicios secretos”. El de servicios secretos parece un término históricamente más usado, pero unido a épocas en las que éstos eran los “equilibradores” del poder y artífices del orden mundial. El establecimiento de un sistema de control democrático de los servicios de inteligencia, es ahora uno de los desafíos de los Estados constitucionales porque se vinculan en la estructura del Estado, se someten al principio de legalidad, al Derecho y al respeto escrupuloso de los derechos fundamentales que se ha convertido en el principio inspirador de todo el sistema constitucional. Pero junto al elemento constitucional, es fundamental el elemento democrático, de manera que el constitucionalismo actual es democrático, o, dicho de otra manera, las Constituciones democráticas limitan las actuaciones de los poderes públicos porque las someten a controles. Así, el constitucionalismo moderno aparece como respetuoso y tolerante de los principios básicos democráticos, de manera que no cabe hablar de democracia y libertad en regímenes o sistemas de gobiernos donde estos principios no estén suficientemente reconocidos y protegidos.

¿QUÉ ES UN ESPÍA?

Es posible que haya agentes secretos por todas partes, trabajando para agencias del gobierno y corporaciones y organizaciones privadas para recolectar información y reportarla. Si quieres comerciar con secretos y crees tener lo necesario para ser un buen agente de campo, puedes aprender a desarrollar las verdaderas habilidades necesarias para hacer el trabajo, así como a unirte a una agencia de inteligencia y comenzar a hacer trabajo de campo de inmediato.

PERFIL ÓPTIMO DE UN AGENTE DE INTELIGENCIA

“Lo esencial es invisible a los ojos. El espionaje es un acceso a un mundo que muy pocos pueden ver. Un mundo donde la información no ha sido todavía depurada para hacerla llegar a los periodistas, con el fin de evitar el caos social más profundo. Un mundo donde conoces a gente dispuesta a matar por un puñado de euros, a atentar por ideología y a desestabilizar un país por intereses ilegítimos. Ser un espía requiere de muchas habilidades de comportamiento, ya que tendrás que ser una persona discreta para pasar desapercibido sin llamar mucho la atención, y así poder camuflarte en el entorno de tu objetivo y poder estudiarlo a fondo. Un espía se encontrará con todo tipo de personas en sus casos, en cuanto a diferentes culturas y entornos sociales; con lo que el espía tendrá que poder moverse perfectamente en cualquier ambiente e incluso en muchas ocasiones hablar otros idiomas.  Tendrá que tener la destreza suficiente para poder salir de situaciones inesperadas si ve que pueden descubrir su identidad, y también la facilidad de palabra para poder mentir sin que se le note e identificar quién miente. Además de las habilidades personales comentadas, también tendrá que tener conocimientos de toda clase de temas, para poder mantener una conversación fluida con las personas del entorno que va a investigar.  El espía tiene que ser una persona culta que conozca muchos temas, y para ello tendrá siempre que estar en constante aprendizaje, pues será su mejor disfraz en cualquier entorno.
REQUISITOS ESENCIALES PARA SER ESPÍA
Autonomía personal para la toma de decisiones, adelantándose a las situaciones; habilidad para enfrentarse a problemas y resolverlos. – Eficiente, eficaz y competente. –  Capacidad para adaptarse al medio; para mimetizarse con él. – Alta inteligencia, incluida la emocional. – Templanza y equilibrio, calmado, que guarde el control. – Capacidad de comunicación a todos los niveles: oral, gestual, lenguaje verbal y no verbal. – Perfil de vendedor comercial. Empatía, es decir, que tenga la capacidad de ponerse en el lugar del otro e interpretar las situaciones desde su punto de vista. – Confianza en sí mismo con un alto grado de control interno. – Dureza, como equivalente a poco sentimental; no tiene que ser necesariamente alguien “frío”, pero sí que no se deje llevar por sus sentimientos. – Flexibilidad, en el sentido de ser tolerante con los valores culturales y morales de otros. – Tolerancia a la crítica y a la frustración; debe ser independiente, que no necesite la aprobación del medio. – Confidencialidad y discreción. – Capaz de asumir riesgos sin llegar a ser temerario. – Preferentemente soltero y sin hijos. – Resistente al dolor y con aguante físico considerable. – Debe ser una persona vulgar y corriente. Sin manías. – Edad: el rango ideal es entre 25 y 45 años, puesto que si es demasiado joven se corre el riesgo de que cometa errores por la necesidad de reafirmarse y demostrar su valía; por el contrario, si es demasiado mayor se temen en exceso las pérdidas y el cambio es mucho más difícil de asumir, así como el adaptarte a él. -Aspecto físico corriente. -Se necesita  también un nivel cultural medio–alto.

Madrid, a 20 de julio de 2022.

La Administración.

Sergio Farras, Administrador principal de sector9

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