LOBOS SOLITARIOS EN EL TERRORISMO
MADRID, A 12 DE ABRIL 2023 SERGIO FARRAS, ADMINISTRADOR PRINCIPAL.Algunos expertos lo califican como: el “terrorismo suicida” como un mensaje llevado al extremo de sus posibilidades. Y los “lobos solitarios” como objeto público de estrategias comunicacionales de grupos terroristas.
PERO EXPLIQUEMOS QUE SON LOS “LOBOS SOLITARIOS”…
Los lobos solitarios son individuos que realizan acciones terroristas sin el apoyo ni directrices de un grupo u organización y sin la influencia de un líder.
De asumir esta definición, implicaría que el terrorista individual ha realizado por sí mismo, sin intervención de terceros, todas las actividades de inteligencia, reconocimiento, planeamiento y ensayo del atentado terrorista. Ello conllevaría una auto radicalización, una auto provisión de los materiales necesarios para la comisión delictiva, y una ejecución de la misma de forma individual.
Se hace patente a través de los últimos atentados, que la ejecución de la actividad terrorista se realiza de manera individual, pero surgen dudas sobre la individualidad en la radicalización y provisión de materiales. Hay un porcentaje de terroristas auto radicalizados o radicalizados en solitario. Sin embargo, esta auto radicalización no es tal, pues al realizase de forma “online”, en la red se entra en contacto con algún agente de radicalización.
El agente de radicalización online por excelencia es el par o igual, entendiendo por tal, personas que tienen ciertas características comunes, -sexo, edad, etnia u ocupación-, que implican cierta igualdad de estilos de vida y de estatus. También son importantes en el proceso de radicalización los activistas extranjeros y otros tipos de activistas.

Así, los captadores, (autores intelectuales) captan principalmente a través de foros, utilizan la manipulación para adoctrinar lentamente a estos sujetos en la versión más integrista y medieval del islam.
Esto, nos lleva a la conclusión que en el proceso de radicalización influyen terceros ajenos al radicalizado. A tal efecto, son estos agentes de radicalización los que a través de la organización de la que forman parte, suministran la financiación y los materiales necesarios para llevar a cabo la acción terrorista.
Es por eso, que normalmente, el terrorista “lobo solitario” comparte una identificación ideológica o filosófica con algún grupo extremista, pero (el o ella) no se comunica con el grupo con el cual se identifica. Mientras que las acciones del “lobo solitario” son motivadas para promover el objetivo del grupo, las tácticas y métodos son totalmente concebidos y dirigidos por el “lobo solitario” sin una dirección o comando externo. En muchos casos, el “lobo solitario” nunca tiene ningún contacto personal con un grupo más grande. Gracias a esto, el terrorismo de lobo solitario plantea un problema muy particular para los oficiales y agentes antiterroristas de inteligencia, ya que dificulta considerablemente la recolección de datos de inteligencia, en directa comparación con el terrorismo convencional.

Terrorismo organizado “versus” Lobos Solitarios
El término “Lobo Solitario” no es nuevo. Ya se usaba en Estados Unidos en los años 80 y 90 del siglo pasado, para referirse a individuos que actúan en forma aislada. Hoy lo usamos para identificar a personas que realizan acciones terroristas sin estar conectados directamente con un líder, ni recibir el apoyo de una organización o grupo. En general, la mayoría son individuos que se han radicalizado con propaganda ultraderechista a través de internet.
¿Por qué se les considera más peligrosos?
Esta forma de actuar es más compleja de pesquisar y desbaratar por parte de las agencias de seguridad, por lo que representa una amenaza oscura, casi invisible y mucho mayor que la caracterizada por los grupos terroristas organizados.
Otra razón para actuar solos, es que no hay forma de incriminar a terceros, al no existir lazos que los asocien con otras personas.
Este tipo de terrorismo ha tenido un fuerte aumento durante los últimos años, en base a los llamados a la acción personal que realizan las organizaciones terroristas.
Un ejemplo de ello fue el sirio Abu Mohamed Al Adnani, quien como portavoz del Estado Islámico, realizó un llamado en septiembre de 2014 a sus fieles y seguidores para matar a ciudadanos infieles de occidente, especialmente de aquellos países que iban a formar parte de la alianza internacional para derrotar a ISIS.
Su discurso fue extremadamente duro y directo, nombrando muchas maneras de asesinar a civiles y militares, desde la utilización de cuchillos hasta vehículos y venenos, y sus principales víctimas debían ser estadounidenses y europeos, y en forma particular se refirió a: “los malvados y sucios franceses”.
Contradictoria es la parte donde dijo: “Confiad en Dios y matadlos de cualquier manera que podáis”, demostrando que no entendieron realmente el mensaje inicial dejado por el profeta Mahoma. (Mala interpretación de un texto sagrado). Se ha especulado también que utilizan ese discurso para perseguir fines que nada tienen que ver con la religión musulmana, pues así logran que personas fanáticas y radicales les apoyen.
Urgen medidas contra los “Lobos Solitarios”
Urgen nuevos proyectos de ley, que tengan como objetivo poner un freno más eficaz frente a posibles futuras acciones de los denominados “lobos solitarios”.
Claro: “Individuos aislados, cada vez más jóvenes, fuera del radar de los servicios secretos y sin obligatoriamente estar en contacto con redes islamistas ya constituidas, usan internet y las redes sociales de manera sistemática”.
Hace falta un proyecto que considere varios aspectos que podrían causar controversia. Algunos especialistas ya han indicado que algunos puntos podrían ser considerados inconstitucionales, y en consecuencia ser puestos en tela de juicio.
Las medidas que podría contener la nueva ley según los expertos son; la captación de conversaciones vía satélite, seguimiento de las personas consideradas radicalizadas, y que además, podrían incluir la derivación a centros o servicios psiquiátricos. También un control más estricto, que abarcaría visitas de las autoridades a sus domicilios, bajo un criterio denominado; “de amenaza grave”.

Sin embargo, estamos hablando de una amenaza real que proviene de miles de sospechosos, lo cual es muy difícil de controlar.
Reciben el nombre de lobos solitarios, pero eso sólo tiene relación a la forma en que ejecutan sus crímenes, es decir individualmente.
Sin embargo, son parte de peligrosas ideologías de grupos, que utilizan internet, las redes sociales y foros para intercambiar opiniones y realizar incitaciones a la violencia. Por eso, es muy posible que antes de actuar hayan recibido algunas sugerencias de sus círculos yihadistas, tales como asesinar de preferencia a integrantes de las fuerzas del orden, pues los visualizan como símbolos de la autoridad de los no creyentes en el islam.

En sus operativos, los hemos visto actuar con distintos elementos, tales como explosivos, armas, cuchillos, vehículos, etc.
Sabemos que el punto más crítico de la población, y a la vez uno de los mejores resguardados, son las fuentes de suministro de agua, donde se procesa la potabilización para luego ser llevada a nuestros hogares, oficinas y empresas en general. Ciertamente confiamos en nuestras autoridades en que seguirán siendo permanentemente controlados y protegidos al más alto nivel.
Es indiscutible que, con dinero todo se puede comprar, y la pregunta que nos surge es:
¿Qué pasaría si logran tener acceso a armas químicas, radioactivas o bacteriológicas?
Si bien, cada día se les hace más difícil a los grupos terroristas obtener financiamiento, debido a los estrictos controles que se han implementado, nada impide que busquen nuevas formas. No sería extraño entonces que migren hacia la ciberdelincuencia, que hoy mueve tanto dinero a nivel mundial como el tráfico de drogas.

El Estado Islámico llama a sus fieles a matar a ciudadanos de la coalición en todo el mundo
El grupo integrista avanza en su viraje hacia la internacionalización de la yihad.
- Lobos solitarios’, una consecuencia del éxito de la lucha antiterrorista
- El acoso de las fuerzas de seguridad les impide constituir grupos estables
- Una situación personal de desasosiego es su denominador común
- Atentar en su propio país tiene el aliciente de ser el foco de la prensa
Entre ellos hay conversos al islam y también otros que son musulmanes desde hace varias generaciones. Su perfil es tan variado y actúan con tanta discreción que resultan muy difíciles de detectar para las fuerzas de seguridad.
Aunque parezca paradójico la aparición de estos nuevos extremistas, como el canadiense Michael Zehaf-Bibeau que perpetróel ataque en el Parlamento de Ottawa, es consecuencia del éxito de la lucha policial antiterrorista. El acoso al que someten a los islamistas ultra radicales es tal que difícilmente puede constituir grupos estables para perpetrar grandes atentados.

El único común denominador de estos nuevos terroristas es, según los psicólogos que examinan sus perfiles, que todos han atravesado una situación personal de desasosiego y pasar a la acción, en su propio país o marcharse como yihadista a Oriente Próximo, les proporciona una solución a su problema.
FOCOS DE RADICALIZACIÓN TERRORISTAS
Convertirse en terrorista en su propio país significa además ahora responder a los llamamientos que hace desde el Estado Islámico, sobre todo a través de sus portavoces, cuyo lema reza: “Matadles allí donde les encontréis”, conminan a sus seguidores refiriéndose a los ciudadanos de los países de la coalición internacional que, encabezada por Estados Unidos, bombardea a los milicianos de los califas de turno. Les instan a perpetrar aquello que el Estado Islámico no tiene aún la capacidad de hacer.
Marcharse a Siria es fundirse con una masa de combatientes anónimos mientras que asestar el golpe en su país de residencia tiene el aliciente de colocarse durante unos días bajo los focos de la prensa internacional, aunque, como la mayoría de los “lobos solitarios” son abatidos, no pueden gozar de ese protagonismo efímero.
¿Cómo se llega a ser un “lobo solitario” del terrorismo?
La conversión, para aquel que no es musulmán, es rápida y fácil, más que en el cristianismo y el judaísmo. De ahí que no siempre sea bien comprendida la nueva religión practicada.

El siguiente paso es el aprendizaje del islam radical a través de Internet, primero las redes sociales generalistas y después las webs salafistas. Allí enseñan de todo hasta cómo fabricar una bomba en la cocina de su casa.
No siempre hay un contacto personal que culmina el proceso, aunque, por ejemplo, en determinados barrios cerca de París, o en los suburbios de Toulouse, hay tales focos de radicalización que es probable que se produzca. En España los principales núcleos de musulmanes rigoristas están en la periferia de Barcelona, Salt (Girona), Valencia y Murcia y, sobre todo, Ceuta y Melilla.
Aunque la aparición del Estado Islámico, probablemente la organización terrorista más poderosa de la historia, galvaniza los ánimos, los “lobos solitarios” existen desde finales de la década pasada. Son conversos.
Para ellos como para los canadienses se trató de su primera “hazaña” terrorista, pero también están los retornados de Asia
Aquellos que han tenido su bautismo del fuego en Oriente Próximo o Asia causan, gracias a su experiencia, algo más de daño. Por muy espectaculares que resulten sus golpes, los “lobos solitarios” carecen de entrenamiento y de preparación como para poder reeditar los grandes atentados de la Al Qaeda de Osama Ben Laden. En ese sentido los occidentales pueden vivir algo más tranquilos.
PERFIL PSICOLÓGICO DE EL LOBO SOLITARIO
Perfil terrorista: ¿lobo solitario, marginal o psicópata?

Desde hace unos meses, analistas geopolíticos y medios de comunicación franceses y extranjeros explican que el grupo terrorista autollamado Estado Islámico ha cambiado de estrategia, dado que muchos atentados son perpetrados por individuos aislados a los que se ha dado por llamar “lobos solitarios”. ¿Es este apelativo el más indicado para definir el perfil de estos terroristas?
“En realidad ‘lobo solitario’ implica una serie de características muchos más complejas que el hecho de que una persona salga a cometer un crimen”
“Esto implica que no tenga vinculación con ningún tipo de grupo terrorista, lo cual no es el caso al menos en una de las dos situaciones [atentado en el bar gay de Orlando y asesinato de dos policías en Francia]; que no haya una influencia directa de un líder, que tampoco haya una dirección o un objetivo definido por alguien externo y, eso sí, siempre hay una intención política e ideológica religiosa. Es difícil aplicar el término de lobo solitario a estas dos situaciones que acaban de ocurrir”.
El término adecuado…
“No hay que buscar términos complejos. Se trata de un terrorismo de carácter individual que en estos casos es lo que llamamos terrorismo autóctono, de origen interno, que tiene que ver más con otro tipo de factores. Evidentemente está detrás un ingrediente religioso, cultural, político-social y que de alguna manera es, hoy por hoy, difícil predecir”, afirma el especialista.

En criminología, a esto se le llama terrorismo de nueva generación, diferente a los terrorismos de la vieja Europa que eran guiados por el nacionalismo, etc. Ahora es un terrorismo más poliformo, de manera que es difícil encontrar un perfil puro”. Incluso ya llamándole TERRORISMO RELIGIOSO
Esto nos lleva a un reto mundial:
“Se escuchan reflexiones sobre el desafío que está enfrentando el mundo actual. Cuando teníamos en España el terrorismo de ETA, no dejaban de ser personas que eran conocidas, que vivían en la clandestinidad y estaban perseguidas porque estaban identificadas. Incluso el terrorismo estaba regionalizado”, esto es lo que opinan los psicólogos expertos en esta materia.
“Ahora estamos frente a una amenaza global, algo que incluso está desin-dividua-lizado, no le podemos poner cara. Y muchas veces puede ser cualquiera. No tenemos por qué asociarlo a una persona de bajo estatus social, cultural, etc. Son personas que no acaban de integrarse en la cultura, se alienan, son captadas por personas que están capacitadas para la captación, y todo esto unido al hecho de que sus países de origen están oprimidos, porque estamos hablando de segunda generación o tercera, como en Francia. “Ése es un caldo de cultivo”.
A lo largo de los años, las investigaciones han estudiado diferentes características de los terroristas solitarios o “lobos solitarios”. Así, han sido estudiadas sus cualidades estratégicas, las percepciones de amenaza de los mismos, las narrativas que derivaban en los eventos terroristas por parte de estos individuos, las características e impacto de sus ataques, etc. Esta investigación, por el contrario, se centrará en los aspectos conductuales de estos criminales, estudiando además distintas tipologías de terrorista solitario (en base a sus ideologías, su conexión con el entorno y el nivel de éxito de sus operaciones).

Dentro de esta muestra, se dividió a los terroristas en tres grupos: los terroristas individuales (aquellos que operan autónoma e independientemente de un grupo, aunque hayan tenido relaciones previas con él), los terroristas individuales conectados y comandados por un grupo (el cual suele entrenarlos y señalar los objetivos), y los conocidos como “parejas aisladas” (un individuo que se apoya en otro para llevar a cabo un ataque terrorista sin conexión con grupos).
Los resultados del perfil genérico los nombro a continuación:
Género: la mayoría de terroristas solitarios son hombres (96.6%).
Edad: durante la primera actividad terrorista: la media se situaba en los 33 años, aunque los estudios focalizados en ciertos grupos terroristas, como Al-Qaeda o los grupos militares colombianos, dan edades menores.
Status familiar: la gran mayoría eran individuos solteros o divorciados (e incluso que nunca habían tenido relaciones). Solo el 30% de ellos estaban casados o tenían pareja.
Nivel educativo: aquí los porcentajes eran relativamente similares en los distintos niveles de educación (universitario, preuniversitario, instituto o colegio), copando un espectro muy amplio.
Empleo: el 40% de ellos estaban desempleados, y el 10% todavía eran estudiantes, concentrándose la otra mitad esencialmente en trabajar en la industria.
Experiencia militar: tan solo un cuarto de la muestra (25%) tenía experiencia militar previa, de los cuáles a su vez un 23% tenía experiencia en combate real.
Criminalidad y otras actividades ilícitas: cerca de un 40% de los individuos tenían algún tipo de historial criminal, entre las que se incluían amenazas, robos, daños, asalto, tenencia de armas de fuego, obstrucción de la ley, etc.
Salud mental: menos de un tercio (32%) tenían un historial de enfermedades mentales o desórdenes de personalidad, la inmensa mayoría de ellos diagnosticados previamente a llevar a cabo actividades terroristas.
Justificación ideológica: los individuos tenían un amplio espectro de ideologías. Los más comunes eran los inspirados por ideologías religiosas (43%), muchos de ellos conectados con al-Qaeda. El segundo grupo más numeroso eran los inspirados por una ideología de extrema derecha (34%). El tercero (18%) correspondía al de los individuos contra elementos o sucesos concretos (como el aborto).
ENTREVISTA COMPLETA: LOBOS SOLITARIOS EN EL TERRORISMO
Cortesía de Selec TV

